Aristóteles (384-322 a.c)
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Pese a la defensa que realizó de la propiedad privada, Aristóteles despreciaba el tra
bajo y el comercio. Denuncia los intercambios en busca de ganancia monetarias como "no naturales" e inmorales, como así también el comercio al por menor y el transporte comercial.
Desde el punto de vista monetario, llegó a la conclusión de que la moneda facilita la producción y el intercambio. La moneda ayuda a eliminar el problema de la doble coincidencia de deseos que se produciría si no existiera esta. Mientras que a la vez condena el préstamo con interés alegando que el dinero no tiene uso directo y por ello no se debería obtener una productividad directa de la moneda. Pese a su buena intuición no llego a entender que el interés cobrado si es "natural" y responde a las preferencias temporales de los individuos, ya que si fuera realmente inmoral, nadie pediría préstamos por el cual cobrasen un interés.
Aristóteles comete en la Ética una grave falacia cuando dice que para que ocurra un intercambio, los diversos bienes y servicios "han de igualarse", porque según él, se intercambian cosas de equivalente valor. Un concepto equivocado, que se descubriría más de 2.000 años tarde, al darse cuenta la economía que los intercambios se producen por una desigualdad inversa de valores entre las partes que intercambian. Es decir, yo intercambio madera porque tiene menos valor que el hierro que tu me dás, y tu me das hierro porque necesitas madera.
Aristóteles continúa la idea de Demócrito al señalar que una vez la cantidad de un bien alcanza cierto límite, comienza a tener menos valor. Sin embargo, fue más allá al descubrir la otra cara y argumentar que cuando un bien se torna más escaso, subjetivamente es más valioso. Vemos como Aristóteles entendía bien el concepto de valor marginal.
Pese a las muchas ideas acertadas que tenía, Aristóteles era al igual que Platón, hostil al crecimiento económico y a la acumulación de riqueza. Ignoró completamente la intuición de Hesíodo de que el problema consiste en la asignación de recursos escasos para satisfacer las diferentes demandas, prefiriendo aconsejar la práctica de la virtud que consistía en disminuir los deseos para ajustarlos a los recursos existentes.
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